- El restaurante Kiboka cambia su nombre por Kippu aunque mantiene toda la oferta, calidad y servicio con los que triunfa desde hace dos años
- Triunfan los gunkans, tartares, sashimi y uramaki e incorporan una degustación de nigiris especiales, sopa de katsuobushi y bogavante
Soplan nuevos aires para Kippu, un restaurante que ha conquistado el corazón y el estómago de fieles clientes con los que cuelga el cartel de “completo” casi a diario. Su oferta basada en la mejor calidad de producto como el atún de Balfegó y con todas las recetas hechas en casa (incluidas las salsas excepto la de soja) ha sido la clave del éxito casi desde su apertura. |
Detrás de Kippu se encuentra el chef y propietario Qifeng Lin, a quienes todos conocen como Dani. Bajo su batuta ha desarrollado una amplia carta basada en las recetas tradicionales de Japón a las que ha impreso su propio sello personal, adaptando los sabores o los gustos locales. Desde sus inicios hay platos que se han convertido en imprescindibles: crispy roll, miso maguro uramaki, aburi uramaki o los gunkans: pequeñas bolas de arroz enrolladas con pescado y coronadas con un huevo frito de codorniz, foie, trufa y salsa de anguila. La inmensa mayoría de comensales acuden a Kippu por su oferta de sushi y calidad de cortes de pescado fresco (previa congelación durante un mínimo de 48 horas) aunque la carta recoge numerosas propuestas para todos los gustos: gyozas, ramen, tartares, ostras, arroces como yakimeshi pato, tallarines como yakisoba o kimchi yakiudon, carnes y mariscos. |
En esta nueva etapa se suman varias propuestas: sopa de katsuobushi (infusión de bonito seco, fermentado y ahumado), degustación de nigiris especiales (una selección de 6 piezas) y bogavante salteado al estilo cantonés, en clara alusión al país de origen del chef y propietario. |
El nombre elegido para la nueva etapa del restaurante no es casual. Kippu significa “billete” en japonés y es toda una declaración de intenciones: se trata de un viaje experiencial al Lejano Oriente sin salir de Madrid. Quien cruza las puertas de Kippu tiene por delante la oportunidad de degustar algunos de los sabores y técnicas de elaboración más comunes de Japón. |
El local distribuido en una sola planta recuerda a una calle llena de vida, con ladrillo visto, una estética industrial y dos murales con imágenes de callejones de China y Japón. En el centro se encuentra la barra desde la que se puede contemplar a los sushimen trabajando con mimo para preparar todos los bocados al momento. |