El restaurante & Cocktail bar, Le Petit, el emblemático bistró del barrio de Justicia, celebra su quinto aniversario
El restaurante & Cócktail Bar, Le Petit está de enhorabuena. Acaba de celebrar su quinto aniversario y continúa siendo una apuesta segura en pleno barrio de Justicia de Madrid (Argensola, 24). La pandemia les golpeó fuerte, como a todos, pero lejos de amedrentarse han sabido reconducir la situación apostando por una renovada coctelería como plato fuerte para las noches entre semana.
La decoración elegante, romántica y afrancesada de su establecimiento hacen de este lugar un sitio con encanto y lleno de detalles perfecto para esta Semana Santa. Desde que comenzó su andadura se ha consolidado como un bistró de lo más castizo en este barrio burgués del siglo XIX con un producto de mercado especializado en una cocina mediterránea. Un plan perfecto para disfrutar con amigos o en familia y saborear platos aliñados con su variada oferta de cócteles en un ambiente internacional que te traslada a los mejores bistró de Paris o Nueva York.
Pero vayamos con la carta. Es interesante, fresca y original. Predominan los platos sin florituras para no desviar al comensal consiguiendo dar protagonismo al producto que es lo que interesa. En este sentido Le Petit ofrece un delicioso Pez limón a la plancha con verduras, un estupendo Tataki de atún o si el comensal es carnívoro, el clásico Roast Beef estilo inglés jugoso y sabroso donde los haya, además de un excelente Lomo de vaca con patatas trufadas. Y para esta Semana Santa no podía faltar dos clásicos por estas fechas, el Potaje de vigilia hecho con garbanzos y bacalao y unas deliciosas torrijas.
Sus pastas tienen ese “algo” que conquistan ya solo con la vista y una vez que las pruebas puedes llegar a pensar que son de otro mundo. Nos referimos a los Raviolini al tartufo, Tagiatelle a la Norma o los Linguini Vongole.
Hasta aquí peregrinan aquellos de buen paladar, sobre todo, los que han oído hablar de los Huevos crujientes de Le Petit, un éxito total, y las alcachofas en temporada. Si, si… De aquí se comenta que son las mejores de Madrid. ¿Su receta? Las más frescas del mercado, confitadas, con un toque de plancha y su puntito de sal que, aunque parece sencilla, no todo el mundo tiene el arte para cocinarlas.
Le Petit se ha hecho un hueco en el complicado panorama gastronómico. El cariño que desprenden los platos se respira en el local y en la atención del personal que recomienda con buen criterio al visitante que no se vaya sin probar su renovada carta de coctelería. El Mojito de violeta, el Margarita o el Moskow Mule aportan un must a su ya consolidada cocina.
Las restricciones en los horarios han potenciado el gusto del cliente por los cócteles convirtiéndose en un reclamo para las tardes – noches entre semana que muchos acompañan antes de la cena o con los postres, todos caseros como; la Tarta de limón, el Ruso de café o la Tarta de manzana, auténtico Tatín. En definitiva, Le Petit se consolida como una apuesta segura si solo se tiene una bala