- Hay tres direcciones en pleno centro de Madrid – Ópera, Gran Vía y Príncipe Pío- que hacen más feliz la vida vegetariana ¡y enganchan hasta a los más carnívoros! Su leitmotiv: crear platos que funcionen en perfecta simetría con nuestra salud, respetando el entorno
- Cuando Sonny Montero abrió las puertas de su primer local, faltaba en los restaurantes basados en dietas sin proteína animal el punch que él buscaba para poder comer rico, a buen precio y según sus preferencias alimenticias. ¡Ahora ya no hay que seguir buscando!
Viajar siempre enriquece el alma… y en ocasiones hay aventuras que marcan un antes y un después en la vida de las personas. En el caso de Sonny Montero, sus viajes le llevaron a descubrir e interesarse sobre la dieta vegana y vegetariana que en tantos lugares disfrutó. En la India por ejemplo estuvo en un pueblo donde se decía que nadie comía carne y en el que sus habitantes presumían de longevidad y buena salud, así que aquella experiencia le llevó, además de a una transformación personal, a cambiar el rumbo de su alimentación y crear de esta tendencia su medio de vida. A su vuelta buscó, pero no encontró nada en Madrid que cumpliera sus expectativas de innovación, respeto al medio ambiente y sabor y para darle forma a su sueño y contribuir a crear una alimentación “mejor”, sin crueldad animal y más saludable y consciente, así que creó Sanissimo -vegan & vegetarian food- , que hoy -7 años después- cuenta con tres direcciones en pleno centro de la capital y muchos adeptos a sus coloridos platos healthy.
Los años de curiosidad e implicación sobre cómo afecta lo que comemos a nuestro cuerpo han dado como fruto un abanico de recetas increíbles y deliciosas, salsas caseras que marcan la diferencia y con las que entre otras cosas se evitan azúcares innecesarios y combinaciones sabrosas y saludables que crean adicción -palabra- ¡y enamoran hasta a los omnívoros! Y es que nadie puede resistirse a sus hamburguesas artesanas, hechas con panes especiales, al tofu que ellos mismos maridan o a sus postres caseros; y por supuesto una de sus máximas es elaborar su carta con ingredientes nacionales en la medida de lo posible -salvo excepciones de algunos más exóticos-, de pequeños productores o artesanos. Los ‘Bagels’, las ‘Burgers’ y los ‘Zumos’ marcaron sus comienzos y hoy siguen teniendo un protagonismo especial en su oferta: entre los primeros, con su riquísimo pan agujereado, destacan el Mexicano -aguacate, tofu y calabacín al horno-, el Resacoso -una sabrosa genialidad solo con aguacate, hummus y tofu para paliar la ídem- o sus dos opciones dulces -donde ahora no faltan las fresas-. Además hay completísimas ‘Ensaladas’ como El Cachas, El Perroflauta o La Ligerita -con rúcula, manzana, quinoa, sorbete de limón, nueces, lombarda y tzatziki-; vistosas y bien cargadas de vitaminas ‘Sopas’ del día; sus coloridos Hummus -de espinaca, remolacha o el mixto con pan de focaccia negro hecho al carbón vegetal, que ayuda a mejorar las digestiones-; ¡y hasta tequeños vegetales! están entre sus entrantes.
Divertidos ‘Veggie wraps’ con nombres tan sugerentes como el Tímido o Lady Killer y donde no hay que dejar de probar El Pionero, con ‘no pollo’ vegano, aguacate, quinoa, champiñones salteados, lechuga, tzatziki, y veganesa o el Juerguista, relleno de cuscús, garbanzos, lechuga, o espinacas, tomates, mostaza dulce y veganesa. Y ojo que vienen las ‘Burgers’: Titánicas, Hiperjumbo o Sin gluten: La Hipster es doble carne de hamburguesa de ‘no pollo’ vegano con calabaza, calabacín y berenjena al horno, tomate, aguacate, canónigos, veganesa, mostaza dulce y delicioso pan de focaccia acompañada de patatas al horno. Tienen una Descarada by Beyond -para quienes echen de menos el sabor de la carne pero en realidad quieran saber que están comiendo guisantes y otras legumbres…-; y entre las aptas para celíacos, la Yanomami, la Quechua y la Espartana. Todas sus ‘carnes’ vegetales son diferentes: las hay de patata y alubias rojas y escamas de cebolla; otra con quinoa, patata y pimiento rojo; de calabaza, berenjena, cebolla y champiñones; de garbanzos, remolacha y tomate seco; de lentejas y aceitunas negras… ¡Imposible aburrirse con tanta variedad!
Por cierto, ¿alguien ha dicho ‘Postres’? Su Tarta de ‘chocolate’ con mermelada de fresa, la Tarta de zanahoria vegana o el Strudel de manzana con helado merecen mención aparte y un enérgico desayuno con su Croissant vegano de quinoa por ejemplo, también. Y da igual que no nos pille de paso a mediodía, porque aquí hay Brunch perpetuo de lunes a domingo y nada como recargar pilas con El Aristócrata, que incluye Bowl de açaí, dos tostadas de pan sin gluten con tomate y aceite de oliva, y zumo de remolacha, naranja y zanahoria recién exprimido. Y es que aquí los zumos también son un must. Su carta líquida tiene infinidad de smoothies que se hacen al momento a medida -se pueden elegir los ingredientes: frutas, cereales o verduras con base de leche de soja…-, brutales cócteles preparados con frutas naturales por ‘culpa’ de los cuales no querrás marcharte, y otras bebidas como las Kombuchas de sabores, sidras de The Good Cider, vinos artesanos de pequeña producción de Toledo, cervezas La Virgen o Malasaña… y unos cafés ecológicos que impregnan el restaurante de buen aroma.
Y más allá de la comida saludable, que sin duda marca la identidad de esta firma, no podemos dejar de hablar de la decoración en unos locales sencillos pero diseñados con mucho encanto y buen gusto. ‘Lianas’ vegetales enredándose en paredes y techos, flores, colores y vida impregnan cada uno de los espacios. En todos ellos hay preciosos murales pintados a mano por el artista Kacper Janulewicz, que transportan a un mundo mágico donde todo está en perfecto equilibrio, un oasis urbano donde desconectar y disfrutar cuidándose.