Cumplir a rajatabla con lo que dicta la normativa vigente dentro del tejido empresarial es una cuestión de suma importancia. Si no se opera de este modo, las sanciones por parte de las autoridades competentes no tardan en llegar y dichas multas pueden trastocar por completo los esquemas de cualquier negocio. En este orden de ideas, queremos hacer una mención especial a los servicios de auditoría interna. Un trabajo de inspección interna de las cuentas de las corporaciones que la gran mayoría de empresas deben realizar por ley. No obstante, pedirlas de manera voluntaria presenta una serie de ventajas que se deben valorar.
En qué casos se debe pedir una auditoría interna
Cuando se habla de una auditoria de cuentas anuales se está haciendo referencia a aquellos estudios internos en una empresa que sirven para determinar el estado de sus cuentas. Evaluar los flujos de efectivo, el patrimonio, las ganancias y las pérdidas o hacer un balance de la situación global son algunas de las cuestiones más relevantes.
Pero, ¿qué compañías están obligadas a solicitar dicho análisis? Bien, según el artículo 275 de la Ley de Sociedades de Capital, todo negocio con más de 50 empleados, que tenga un total de activos de más de 2.850.000€ o un importe neto corporativo mayor de 5.700.000€ (deben cumplirse dos de estos requisitos) queda sujeto a dichas inspecciones.
No obstante, si atendemos al Real Decreto 1517/2011 esto va un paso más allá. En base a esta normativa, hay ciertas compañías que, según su actividad, también han de cumplir con dicha auditoría. Algunos de los ejemplos más destacados son las cooperativas, las empresas que cotizan en bolsa, las entidades sin ánimo de lucro y las que reciben subvenciones públicas de más de 600.000€.
Ventajas de hacerla de forma voluntaria
En caso de que no te encuentres en ninguno de los supuestos anteriores, no tienes por qué pedir la auditoria para empresas. Sin embargo, te aconsejamos fervientemente que lo hagas, ya que esto te permitirá disfrutar de un amplio abanico de beneficios que actuarán a tu favor tanto a corto como a largo plazo.
La primera de ellas es el hecho de controlar al detalle todo lo que ocurre a escala económica en tu empresa. Es muy probable que, conforme tu negocio vaya creciendo, ciertas operaciones financieras se te pasen por alto. Si bien es cierto que la confianza en quienes tienes en plantillas es fundamental, no dejes que el error o los daños de otros se pongan en tu contra. Una auditoría detectará cualquier irregularidad para que no vayas a ciegas.
Asimismo, el informe obtenido por la auditoría se inscribirá en el Registro Mercantil. De este modo, tu transparencia empresarial crecerá de forma sustancial, tanto de cara a los clientes como a los inversores. De hecho, dicha auditoría de cuentas es clave para solicitar nuevas fuentes de financiación y así crecer como empresa.
Delega solo en despachos de primer nivel
Ahora que ya has visto por qué deberías solicitar un servicio de auditoría de cuentas, con independencia de si es obligatoria o voluntaria, queremos hablarte del despacho especializado Legalnet. Un grupo de expertos que presentan una dilatada experiencia en este tipo de procesos analíticos y que se han ganado una importante reputación en la ciudad de Madrid. Sobre todo entre las grandes empresas.
Una de las virtudes que más destaca en Legalnet, además de su compromiso por dar siempre con la verdad y la veracidad en el marco económico, es su privacidad. Respetando siempre la protección de datos, estos especialistas evitan que las informaciones sensibles salgan a la luz. Algo que podría poner en peligro toda la corporación.
En consecuencia, con toda la fiabilidad y confianza que transmite a sus clientes, te animamos a que delegues dicha auditoría en manos de Legalnet. Son muchas las compañías que ya lo han hecho y disfrutan de todas las ventajas correspondientes; dando ese salto hacia la estabilidad financiera que tanto te mereces.